SIN PERDÓN

Posted: lunes, 16 de mayo de 2011 by Angel Mateo in
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Juan Antonio Aznar, de nosoloefese.es, publica un artículo que titula "Perdónalos porque no saben lo que hacen" donde expresa claramente el sentir de algunos aficionados durante el partido contra el Girona del pasado domingo cuando otros muchos sin saber por qué pitaban y abucheaban a nuestro equipo. Nuestra Peña comparte la opinión de Juan Antonio y por ello nos pusimos en contacto con él para pedirle permiso para publicar su artículo en nuestro blog para así manifestar nuestro apoyo a su opinión que es la opinión de muchos aficionados. Juan Antonio no puso ningún inconveniente, todo lo contrario. A continuación reproducimos el artículo de Juan Antonio, no sin darle antes las gracias. ¡¡¡EFESÉ!!!


"Ayer fue el día más amargo en mi larga trayectoria como aficionado del Efesé. No diré ya como periodista. Ninguna derrota, ningún ascenso frustrado de última hora consiguió dejarme nunca tan mal sabor de boca como esta victoria. Jamás creí que llegaríamos a caer tan bajo.

Ayer no vi a una afición soberana demostrando su desaprobación hacia el juego del equipo. Ni a un sector de la grada protestando contra una polémica decisión de la directiva. No, cualquier cosa de esas, a pesar de no ser el mejor momento, hubiera podido tener un pase. Lo que yo vi ayer es al vulgo, a la chusma en pleno delirio; a una plebe -convenientemente azuzada y predispuesta desde varios medios de comunicación- cabalgando a lomos de la esquizofrenia más absoluta y poniendo los cimientos de la que, sin duda, más tarde o más temprano, será nuestra propia cripta.

La reacción de la afición del Cartagena, ayer tarde, arremetiendo contra sus jugadores sólo es entendible, que no disculpable, desde la ignorancia. La ignorancia de una muchedumbre a la que el fútbol profesional le da igual o, en el mejor de los casos, le viene demasiado grande. La ignorancia de una multitud que con su comportamiento traiciona la memoria de todos esos cartageneros que murieron -muchos de ellos prematuramente por culpa de alguna travesura del Efesé- sin poder disfrutar de lo que nosotros estamos disfrutando. Asco, vergüenza y tristeza, mucha tristeza. Es lo que uno siente cuando llega a la conclusión de que había gente deseando que el equipo perdiera para dar rienda suelta a su desvarío o seguir vomitando bilis en su columna.

Pero apareció Víctor, el pequeño Víctor, el gran Víctor, y cambió el guión. El “chingu”, con su tempranero gol, dedicado a una mala persona, le dio en los morros a todos esos que venían predispuestos a convertir el partido en una ejecución pública. “Que se jodan”, pensé yo (y aupa Efesé, ostia). Pero los malos no se rinden tan fácilmente. Ni en las películas de vaqueros ni en las de Buñuel, que es en lo que acabó convirtiéndose la tarde.

La expulsión de varios jugadores del Girona y el desacierto del Cartagena, ante un rival en inferioridad pero bien pertrechado atrás, fueron la coartada perfecta para retomar la comedia prevista de antemano. Insultos y reproches de la más baja estofa hacia entrenador y jugadores comenzaron a proliferar por todo el graderío para regocijo de los que tiran a dar y no dejan títere con cabeza. Ya les llegará lo suyo.

Los jugadores reaccionaron de una manera muy humana, después de todo. Su orgullo y su sentido de la dignidad provocaron el cierre de filas de un vestuario cuya forma de rebelarse, cívicamente, ante la afrenta pública que estaban padeciendo fue hacer caso omiso, a propósito, de las continuas arengas de la grada apremiándoles a buscar el segundo gol frente al Girona (metedlo vosotros, no te jode). No sólo tenían que luchar contra un rival hipermotivado que había salido con el cuchillo entre los dientes (las expulsiones, aunque rigurosas, no fueron casualidad). No sólo tenían que luchar contra un presidente, necio, que los había puesto a los pies de los caballos en los medios de comunicación dudando de su profesionalidad. No sólo tenían que luchar contra periodistas irresponsables que el mismo día del partido hablaban de posibilidades de descenso del equipo. Ahora, también, tenían que luchar contra su público, contra su gente, que así les pagaba dos años de lujo en el fútbol profesional y una victoria que los colocaba, de nuevo, con opciones de clasificación para el play off.

La imagen de los jugadores de mi Efesé haciendo piña en el centro del campo, debajo de una lluvia de descalificaciones mientras se refugiaban los unos en los otros, en el más absoluto de los desamparos, no se me olvidará en la vida. Para siempre quedará grabada en mi retina y castigará mi memoria como recuerdo vergonzante, Dios me perdone, de mi condición de cartagenero. Ojalá hubiera podido acallar yo solo a todos esos irresponsables y hacerles entrar en razón. Pero no podía.

Me hubiera gustado estar ahí abajo, fundirme en ese abrazo con los jugadores y transmitirles el apoyo de todos los que no somos así. Me hubiera gustado poder decirles uno por uno: "Perdónalos. Perdónalos porque no saben lo que hacen".



JUAN ANTONIO AZNAR nosoloefese.es

2 comentarios:

  1. salvatore says:

    sin comentarios.....no hace falta decir mas...ya esta todo dicho y muy bien dicho....EFESEEEEEEEEEE!!!!!!